Es difícil explicar la manera en la que me siento en este momento. Salí enojadísima del colegio, porque como todo, está lleno de injusticias. Fui a esperar el micro, agarré el celular, me puse los auriculares y puse música, mi fiel amiga que me levanta el ánimo -o me lo termina de pisotear- cuando más lo necesito. Saltó la hermosa canción Gitana de Shakira. Estaba tan enojada, que ni una sola sonrisa se asomó en mis labios.
Vi pasar a una chica en bicicleta, escuchando música con auriculares también, pero se diferenciaba de mi, en que ella lucía una radiante sonrisa en su cara. Me hizo pensar mucho: hay tanta gente desafortunada en este mundo, y yo enjándome, criticando. Me sentí una pésima persona, una persona más que egoísta. Puedo decir, que espero que algún día esa gente desafortunada, consiga la fuerza necesaria para levantar la cabeza y seguir adelante.
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